Terraflor Paisajismo Blog Sin categoría LA GRANDEZA DE LA NATURALEZA VISTA A TRAVÉS DE LA GEOMETRÍA

LA GRANDEZA DE LA NATURALEZA VISTA A TRAVÉS DE LA GEOMETRÍA

No hay nada hecho al azar. Todo en la naturaleza está perfectamente medido. Incluso el aparente desorden, como el de los árboles de un bosque, se corresponde a secuencias numéricas, a distintas fórmulas matemáticas que se repiten millones de veces cada día en el planeta.

Para conocer mejor estos secretos me acerqué hace unos días al Real Jardín Botánico de Madrid, un oasis de tranquilidad donde me encanta perderme para disfrutar de su histórica plantación. El Botánico es fuente de emociones todos los días, pero lo que en esta ocasión me atraía era la exposición temporal Geometría Natural, una muestra que reúne una selección de fotografías sobre las diversas formas que podemos encontrar en las plantas, acompañadas de estudios geométricos. Las imágenes, recopiladas por el grupo Enfoque Geométrico, son una lección de geometría y de naturaleza en la que disfrutamos de colores y formas y, especialmente, de las estructuras diversas y asombrosas que la naturaleza es capaz de realizar.

Cada detalle de la naturaleza está encriptado matemáticamente, por lo que tiene sus códigos y sus claves que le dan la razón de ser. En la arquitectura y el paisajismo nos inspiramos muchas veces en esas formas y armonías. En los jardines, por ejemplo, los paisajistas utilizamos secuencias matemáticas como las de las proporciones áureas y el número phi que tan a menudo vemos en la forma de crecer de muchos vegetales.

Cuando miramos el mundo natural vemos el paralelismo existente entre lo grande y lo pequeño, entre el detalle y el conjunto. Al final todo está unido por un hilo conductor, una misteriosa armonía de formas y de orden. Hay un misterio inherente en observar cómo una planta o un bosque, en su crecimiento aparentemente orgánico o improvisado, responden a formas puras y estructuras numéricas.

Como jardinero, pienso a menudo que todo está en la parte y la parte integra al todo. Es como si una planta tuviera el genoma de toda la naturaleza en sí. Resulta increíble poder aplicarlo en nuestros jardines. Nos sentimos muy afortunados al poder dedicarnos a este oficio y poder trabajar prácticamente con las hebras que conforman el Universo.

Apreciar cómo la naturaleza crea y adopta múltiples formas de gran belleza nos conecta con ella y también nos coloca en una posición de asombro y humildad respecto al lugar que ocupa la humanidad respecto al resto de la biodiversidad.

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